Sinopsis

Los árboles representan la madera de la casa, la leña que nos calienta y la cuna del niño pequeño. El hombre nació a cobijo de los árboles, y todavía hoy en día los plantamos en las ciudades y nos acercamos a ellos atraídos por una admiración que no hemos escogido. Pasear por un bosque centenario nos limpia los pulmones y nos llena el espíritu y esto es la prueba de que un árbol no sirve sólo para dar sombra y fruto. Conocer los árboles es conocer nuestros vecinos más antiguos.