TIENE EN SU CESTA DE LA COMPRA
en total 0,00 €
GRANDES TRAICIONES DE LA HISTORIA
Por treinta denarios
vendió Judas a su maestro,
pero al menos obtuvo
un lucro de tan ruin apostasía.
A mí no me vendieron,
pero me abandonaron súbitamente
y no sé aún por qué.
Supongo que cual Dalila
cortó la melena a Sansón
la vida me mutiló el carisma
que una vez nos unió,
y pensarían que ya
no tenía sentido seguir a mi lado
a pesar de ser cuando
realmente más lo necesitaba.
Yo, como buen tahúr,
barajo todas las posibilidades
y contra mi voluntad
puedo llegar a admitir
que las condiciones de entonces
eran otras más proclives
pero mi veredicto todavía
les condena: culpables,
porque podían haber esperado.
Iker Latatu